miércoles, 14 de agosto de 2013

M de mañana


Era uno de los últimos días, de aquéllos en los que disfrutar de cada detalle se volvió la única práctica.
Desperté por el aroma del cigarro, éste acompañado de sus risas. También había música. Pero donde estaba yo, había muy poca luz. Luz ámbar, colores cafés y amarillos teñían la habitación. La llamarada distinta, que entraba por la puerta entreabierta, venía de donde ellos estaban.
Me levanté, adormilada. Salí de la habitación como si el cigarro me hubiese hipnotizado y me llevara de la mano hacia algún sitio.
Moreeena! Me saludó Michael, el colombiano de palabras dulces; me daba los buenos días, mientras ponía la mesa. Y al alzar los ojos, en la cocina entintada de rojo, estaba ahí Jorge; tan dispuesto, cocinando para nosotros. Sólo nosotros tres.
Lo recuerdo bien. Haciendo sus chistes. Sirviéndonos a cada uno, haciendo del momento más ordinario algo tan especial.
Arroz blanco, pan fresco, y por supuesto el mate caliente no podía faltar. Eso era todo. Pero era lo que entonces me llenó el alma.
No fue como en mi país, el que tanto añoraba entonces. No estaba toda mi familia a la mesa, no había chilaquiles, atole, jaleas, ají…
Sin embargo estaba tan feliz. Me di cuenta que ya no teníamos dinero, ni el desayuno al que quizás estábamos acostumbrados. Pero estábamos juntos, después de un largo tiempo, comiendo, disfrutando de la mañana, la compartíamos en la mesa y de alguna forma, de la misma manera nos despedíamos. Saboreábamos de nuestros minutos. Todo entre nosotros era tan transparente, sentí tanto amor, tanta veracidad y alegría en aquél momento.
Aunque sabía que ellos se quedaban en la mesa, y yo me iba. Me sentí muy feliz, realmente feliz.
Algunas  veces recuerdo aquélla mañana. Me señalo que uno puede ser feliz con lo mínimo, bajo esta premisa; me doy cuenta que entonces se debe aprovechar lo que se tiene. La felicidad como la que sentí, la magia de compartir, ciertamente; creo que no tiene algún precio cierto.  Eso descubrí aquélla mañana.  Sin duda, uno de mis recuerdos más valiosos en Mendoza, Argentina. Todos los que alguna vez habían sido parte de nosotros, ahora se habían ido a emprender otro viaje, o simplemente volvieron a casa. Quedábamos dos mexicanos y un colombiano esa mañana, de tantas. Tres compañeros, tres amigos.
M. Días de Abecedario. 
Súmate a este divertido juego!!!. Escribe durante 26 días seguidos utilizando cada una de las letras del abecedario.
Entérate mejor en : http://www.caminomundos.com/que-es-dias-de-abecedario/
O súmate a otras dinámicas creativas: http://www.caminomundos.com/dinamicas-creativas/

2 comentarios:

  1. Precioso.... inventaré una nueva palabra porque voy a cansar con mis "preciooosooo posssst" jajjaaj

    ResponderEliminar
  2. Jaja! Gracias Maga, yo entiendo de tus palabras y de tu internet :D

    ResponderEliminar