Así le llamo a las personas, a las realidades que derivan
auras difíciles de no observar. Me refiero a que el ruido por sí solo bloquea.
Cuando deseamos algo o tenemos una lejana idea de ello;
siempre hay ruido.
Siempre hay personas en las que nos detenemos a pensar,
creamos y recreamos posibles situaciones. No nos dejan ver con claridad. Hacen
más difícil nuestro camino, cuando de por sí no lo es tanto.
Caemos en comparaciones, pensamos en el pasado. Cómo si de
verdad fuesen tan valiosas. Nadie ni nada lo es. Eso es lo que creo hoy.
Nadie debería impedirnos hacer lo que en realidad deseamos,
lo que nos hace felices. Ni siquiera nosotros mismos. Y lo sé, suena
terriblemente egoísta… Pero es mejor hacernos a nosotros mismos que a los
demás. Porque llegará un día en que nos arrepentiremos y sabremos que estuvimos
muy cerca de hacer lo que sonaba reconfortante.
Creo en la valentía que acalla el ruido. Creo en lo que cada
uno debería ser. Nosotros damos los papeles en nuestra obra, no ellos a nosotros
el papel equivocado que creemos tan acertado.
Nosotros dictamos la travesía, o creo que al menos así
debería ser.
Apaga el ruido, mejora la frecuencia.
Escucha y visualiza con claridad lo que en verdad es tu
deseo.
R. Días de Abecedario.
Súmate a este divertido juego!!!. Escribe durante 26 días seguidos utilizando cada una de las letras del abecedario.
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