sábado, 26 de septiembre de 2020

Invitación

Hoy necesito decirte que te amo.

Que no es que vuelva porque no tengo nada más.

Sino porque tengo un mundo delante, pero entendí que no lo quiero sin ti.

Sin dinero, con dinero.

Con oportunidades y sin oportunidades.

Y cosas que no entendemos ahora ni entenderemos nunca uno del otro.

Quiero que sepas que con el mar de telón de fondo o sin él, yo anhelo acostarme en tu regazo y sentir la tibieza de tu cuerpo donde posa el universo, el único donde solo tú y yo existimos, uno para el otro como un ciclo perfecto.

Porque he entendido que no se trata del sabor de tus labios sino el amor y cuidado que transpiran.

La paz negada de la obstinación. Con todos nuestros átomos necios y callados yo solo deseo que batallemos un poco para no inundarnos, que no nos cubramos de la sombra distanciada, porque no ha sido fácil navegar y decírnoslo hoy.

Te quiero porque no puedo imaginarme un mundo nuevo sin decirte que me he asombrado.

Todo quiero compartirte, todo quiero descubrir pero contigo.

Aún con mis horas llenas de desesperación, desaliento, silencio y locura pero también mucho amor.

¿Me acompañas?


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